El nuevo libro policíaco de Vicente Castro Álvaro “La luna, único testigo” ya ha salido de imprenta y no dejará indiferente a nadie en el Llevant de Mallorca

Ya ha salido de máquinas e imprenta el nuevo libro que ha escrito Vicente Castro Álvaro, “La luna, único testigo”. Suponemos que en las próximas semanas será presentado oficialmente y distribuido en las librerías y puntos de venta. Un placer ser parte ínfima de este trabajo colaborando con el prólogo del ejemplar con temática policíaca. Será muy comentado en los mentideros comarcales porque la trama sucede en Son Servera y el litoral del Llevant de Mallorca.

El libro del escritor Vicente Castro i Álvaro “La luna, único testigo”, es un claro ejemplo de narrativa policíaca, no le falta de nada, estética literaria, variación de incidentes, hallazgos, interrogatorios, pistas, sorpresas, incertidumbre. Desde principio a fin el autor recoge el guante sabedor que es un caso novelado ambientado en los años setenta en Son Servera, pero conocedor que ocurrieron realidades y desenlaces que se contaron y como reguero de pólvora ocuparon páginas en las revistas locales, un crimen o muerte muy contada y nunca explicada oficialmente.

Muy interesado Vicente Castro i Álvaro, porque el crimen atrae a los lectores, todos tienen al alcance datos ciertos para resolverlo. En esta novela enigma, el lector puede transitar en sus páginas detalladas llegando a conclusiones, cada lector va de la mano de Castro hacía sospechas ciertas. Ha sabido el autor presentar el misterio de un crimen, su idiosincrasia, psicología, los datos concienzudos que arrojan luz, el desenlace.

El escritor Vicente Castro i Álvaro con su libro “La luna, único testigo” ensalza con su forma y estilo aquellos relatos policiales que popularizaron maestros como Dickens, Sheridan La Fanu, Arhtur Conan Doyle, Émili Gaboriau, Wilkie Collins. Se atreve el autor en mantener diálogos de principio a fin sin perder la cara de todo el entramado, riguroso en fechas, detalles, vestimentas, ambientes, edades, lo cotidiano.

Su relato lo llevan a las espaldas los investigadores de la Guardia Civil, pero los protagonistas activos y los secundarios rebozan un detallado episodio de vida y existencia, gotas continuas de literatura, que cuando se juntan en la apertura de las páginas de este volumen saben a novedad. He leído con mucho interés cada estancia de este gran trabajo desde que el pescador Pedro Perelló descubre el cadáver en aguas próximas a la Punta de n’Amer y como la investigación desvela el pasado del desafortunado Rafael Lliteras.

Es la primavera de 1975, allí fija la mirada el escritor Vicente Castro. Quienes escribimos cada día bastantes folios nos damos cuenta del valor que ha tenido el autor de desarrollar este precioso volumen policíaco. Su lectura debe hacerse con el ritmo que marcan los protagonistas, el autor ha sabido hacer los descansos naturales.

Seguramente en Son Servera, Cala Millor, Cala Bona, Sant Llorenç, Manacor, Artà, Capdepera, Sa Coma, Costa de los Pinos, refrescarán la memoria e incluso surgirán quienes vivieron la época y el suceso. El caso novelado tiene su propia personalidad y podría ser una completa invención, una creación de Vicente Castro. Habrá quienes lo hagan suyo porque en su historia y ADN sucedió algo parecido.

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